Desde muy joven, dos pasiones han marcado mi vida: la historia y el periodismo. Nací y crecí en Bolaños de Calatrava, un pueblo de la provincia de Ciudad Real, rodeado de historias, tradición y un fuerte sentido de comunidad. Allí viven mis padres y mi familia materna, y allí aprendí los valores que me han acompañado a lo largo de mi vida: el esfuerzo, la honestidad y la importancia de la palabra dada. Valores que no solo he aplicado a mi trayectoria profesional y académica, sino también a mi forma de entender el servicio público, el compromiso con la educación y la cercanía con todas las personas que forman parte de nuestra Facultad.
Desde pequeño, me fascinaba escuchar relatos sobre el pasado y, al mismo tiempo, sentía una necesidad innata de contar lo que veía, de analizar la realidad y compartirla con los demás. A medida que fui creciendo, descubrí que el periodismo era el camino perfecto para unir estas inquietudes: podía investigar, contextualizar y narrar, convirtiéndome en un puente entre la historia y la sociedad contemporánea.
Cuando llegó el momento de decidir mi futuro académico, supe que quería estudiar Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Tomar la decisión de dejar mi pueblo para mudarme a la capital fue el primer gran reto de mi vida. Pasar de un entorno pequeño y cercano a una gran ciudad como Madrid no fue fácil, pero sí una experiencia que me permitió crecer, madurar y abrirme a un mundo lleno de oportunidades.
Mi paso por la universidad fue una etapa crucial. No solo adquirí conocimientos y formación, sino que también desarrollé una visión crítica del periodismo y su impacto en la sociedad. Me apasionaba la idea de que los medios de comunicación no solo informan, sino que también construyen narrativas y generan memoria colectiva. Por eso, al terminar la carrera, decidí profundizar aún más en este campo con un doctorado. Mi tesis, titulada Las Comunidades de Castilla (1520-1521): Propaganda y Nacionalismo, me permitió obtener el título de Doctor con la calificación de Sobresaliente Cum Laude, y supuso el inicio de mi camino en el ámbito académico.
Del periodismo a la docencia: una vocación en evolución
Mis primeros años profesionales estuvieron ligados al periodismo en medios de comunicación. Trabajé como redactor en Antena 3 y Telecinco, y fui editor en la Real Sociedad Española de Física, donde me especialicé en divulgación científica. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que mi verdadera vocación estaba en la enseñanza. Sentía que podía aportar mucho más formando a futuras generaciones de periodistas y comunicadores, ayudándolos a desarrollar una mirada analítica y crítica sobre la profesión.
En 2002, di el salto a la docencia, convirtiéndome en profesor de Periodismo en la Facultad de Ciencias Humanas, Sociales y de Comunicación de la ya extinta Universidad SEK en Segovia. Dos años después, en 2004, ingresé como Profesor Ayudante en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, hasta llegar a Profesor Contratado Doctor, construyendo con el tiempo una sólida trayectoria académica. Desde entonces, he desempeñado distintos cargos dentro de la Facultad de Ciencias de la Información, lo que me ha permitido conocerla desde múltiples perspectivas como secretario académico del tristemente desaparecido Departamento de Historia de la Comunicación Social, como coordinador del Grado en Periodismo y como vicedecano en dos periodos distintos: de Estudios y Calidad desde 2017 a 2021 y de Calidad e Innovación Docente desde el 2021 hasta el momento actual.
Como docente he impartido asignaturas que considero esenciales, como Historia de la Comunicación Social, Historia del Periodismo Español, Historia del Periodismo Universal, Historia de la Propaganda, Historia del Mundo Actual, Multimedia, Periodismo de Datos y Redes Sociales, entre otras muchas. Pero sé que ese sentimiento que tengo hacia estas asignaturas no es exclusivo. Estoy convencido de que, para cada uno de mis compañeros y compañeras, sus asignaturas también son esenciales, porque todos hemos dedicado nuestro tiempo, nuestra pasión y nuestro esfuerzo para que así lo sean.
Ese empeño compartido por ofrecer la mejor enseñanza posible se traduce en un compromiso constante con la formación de nuestros estudiantes y con su preparación para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más complejo y en transformación. De la misma manera, mi participación en numerosos proyectos de innovación docente e investigación ha tenido siempre como propósito mejorar la formación de nuestros estudiantes y adaptarla a las demandas del siglo XXI. Porque enseñar es, ante todo, una vocación que compartimos todos los que formamos parte de esta Facultad.
Raíces y horizontes internacionales
Aunque he desarrollado mi trayectoria profesional en Madrid, mis raíces en La Mancha siguen muy presentes en mi vida. A mis 50 años, valoro más que nunca esa conexión con mis orígenes. Volver a mi pueblo no es solo regresar a un lugar, sino a una parte de mí. Pasear por sus calles y compartir tiempo con su gente me ayuda a mantener el equilibrio, a recordar de dónde vengo y todo lo que me ha traído hasta aquí.
Al mismo tiempo, la enseñanza y la investigación me han llevado a conocer otros mundos y a enriquecerme con nuevas experiencias. He tenido la suerte de realizar estancias académicas y de investigación en distintos países, como Francia, Italia, Lituania, Estados Unidos, Nueva Zelanda o México. Este último país, en particular, ocupa un lugar especial en mi vida, ya que fue allí donde conocí a Elena, mi compañera desde hace más de 20 años. Juntos hemos formado una familia maravillosa y tenemos dos hijos, que son mi mayor orgullo y motivación.
Viajar a otras Universidades y conocer otras culturas ha sido un aprendizaje constante, que me ha permitido tener una visión más global del periodismo y la comunicación. También me ha reafirmado en la necesidad de una educación que prepare a los estudiantes para un mundo cada vez más interconectado y complejo.
La enseñanza como motor de cambio
Uno de los mayores logros de mi trayectoria académica es, sin duda, la conexión con quienes han pasado por mis clases. No hay mayor satisfacción que recibir un mensaje de una persona egresada que recuerda con cariño las experiencias compartidas en el aula. Saber que he podido aportar a su formación y a su desarrollo profesional es la mejor recompensa que puedo recibir.
A lo largo de los años, he tenido el privilegio de dirigir numerosas tesis doctorales y trabajos de fin de máster y de fin de grado, siempre con el objetivo de fomentar la investigación, el pensamiento crítico y la generación de conocimiento riguroso en nuestra área. Mi trayectoria investigadora se ha desarrollado a través de múltiples proyectos de I+D+i, centrados en temas fundamentales para el presente y el futuro de la comunicación: la transparencia informativa, la trazabilidad de las noticias en entornos digitales, y el impacto social de los medios de comunicación en la construcción de una ciudadanía crítica. Son ámbitos de investigación que hoy más que nunca marcan la diferencia entre una universidad pública de referencia y una universidad que no asuma su responsabilidad social.
Al mismo tiempo, lo que da sentido a cada día en nuestra Facultad es el trabajo cercano con el estudiantado: el debate en clase, el intercambio de ideas y la posibilidad de sembrar la pasión por el periodismo y la comunicación en las nuevas generaciones. Creo firmemente que la educación es la base del cambio y que, como comunidad académica, tenemos la responsabilidad de formar profesionales comprometidos con la verdad, la ética y el rigor informativo.
Además, compartir conocimientos, colaborar en proyectos y contribuir a la mejora de nuestra Facultad junto a mis compañeras y compañeros, tanto del personal docente e investigador como del PTGAS, es otra fuente de satisfacción y un compromiso que he asumido siempre con orgullo y convicción. Porque la enseñanza, la investigación y la gestión solo alcanzan su máximo sentido cuando se trabaja en equipo, con el propósito de fortalecer nuestra institución y de ofrecer un entorno de aprendizaje y trabajo cada vez más enriquecedor para todas y todos.
Compromiso con el futuro de nuestra Facultad
A lo largo de mi trayectoria, he asumido distintas responsabilidades dentro de la Universidad Complutense, con el firme propósito de contribuir al desarrollo de nuestra institución y mejorar la calidad académica. Mi experiencia como Vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Información me ha permitido conocer de cerca las fortalezas de nuestra Facultad, pero también las necesidades, desafíos y oportunidades de nuestra comunidad universitaria, así como aquellos aspectos que debemos mejorar con urgencia.
Creo firmemente que la universidad no es solo un espacio para formar profesionales competentes, sino también un motor para generar conocimiento, fomentar el pensamiento crítico y aportar valor a la sociedad. Por eso sigo aquí, comprometido con mi labor en la Facultad de Ciencias de la Información, dispuesto a dar lo mejor de mí para enfrentar cada desafío con pasión, trabajo y dedicación.
Mi mirada está puesta en el futuro, pero con los pies bien anclados en los valores que siempre me han guiado. Estoy convencido de que, si trabajamos unidos, podemos seguir construyendo una Facultad de Ciencias de la Información que no solo sea un referente en la enseñanza de la Comunicación, sino un auténtico modelo de excelencia, inclusión y compromiso con la sociedad.
Porque el verdadero cambio no se impone, se construye. Y yo estoy aquí para construirlo con todos vosotros.